Crítica: Detergente Líquido, consumir preferentemente en periodos de crisis existencial

Hay canciones que te ayudan a reflexionar, este segundo LP te obliga -con pop de por medio- a hacerlo


En primer lugar, ¿quiénes son Detergente Líquido? Ellos mismos se definen como un grupo de indie-pop gaditano que toca canciones y escribe cosas. Y la verdad es que cumplen con lo prometido.

Con dos LPs publicados, Ponte en lo peor. Llámame el lunes (2015, Discos del Rollo) y Mirad lo que me habéis hecho hacer. Por favor (2017, Discos de Paseo), ya han formado parte de festivales como el Contempopránea, Sonorama Ribera, Monkey Week, el South Cádiz, el Renofest o más recientemente en el Picnic Interestelar de Sevilla. Y también se presentaron este año a Eurovisión con la canción ‘131 bpm’

Tras escuchar varias veces su último disco, Mirad lo que me habéis hecho hacer. Por favor (2016, Discos de Paseo), no he tenido otra opción que escribir sobre él. Espero que cuando termines de leer este post sientas la necesidad de escucharlo, ya sea para darme la razón o para quitármela.

Para ser honestos, he de reconocer que la primera vez me resultaron once temas que te pueden servir para hacer una playlist variada, salir de tu rutina musical o ahorrarte media hora de escucha de radios que al final terminan consiguiendo que odies alguna que otra canción… pero que, en definitiva, nunca terminarían sumándose a todas esas que forman parte de tu vida y consiguen erizarte la piel, ya sea por sus melodías o por sus letras.

En este caso, por suerte, queda demostrado que no siempre las primeras impresiones terminan siendo las definitivas. Durante la segunda reproducción, además de empezar a contagiarme de su espíritu alegre, comencé a hacer mas hincapié en las letras. Entonces me di cuenta de que, casi al cien por cien, canciones como ‘Hay gente haciendo cola para lavar el coche’, ‘Las farolas de la autopista’ o cualquiera de las nueve restantes no serán empleadas para animar una fiesta o alentar a un deportista antes de un evento importante. Y es que, apoyándose en un fondo pop, consiguen la unión de los dos extremos: lo positivo y lo negativo.

‘Grimas y meriendas’ es el claro ejemplo de ello. El primer tema del disco, tras siete segundos de preludio, consigue envolverte en un atmósfera que te descoloca por completo: Una letra que podría haber sido escrita por cualquier treintañero o treintañera durante una crisis existencial incorporada en una melodía que te incita a bailar y desconectar de todo. Las cartas ya están sobre la mesa.

‘El amor en los tiempos de aliexpress’, ‘Poesía eres tú, Robocop’, ‘Hay gente haciendo cola para lavar el coche’ y las otras siete canciones del LP, cuyos nombres os recomiendo encarecidamente leer, mantienen este tira y afloja constante entre la alegría y todas aquellas frases lapidarias que todos hemos pensado alguna vez tras una ruptura, un proyecto que no salió bien, suspensos en la universidad… en definitiva, periodos de crisis.

Uno de los hechos que más me fascinan es que para cada persona un disco puede tener un significado. Para mí, el disco es como un tatuaje. Cada una de las canciones contiene un buen número de frases que te dejan marca o consiguen que afloren pensamientos que tenías bajo la piel, cada una de ellas son como los pinchazos que te hace la máquina tatuadora. Al final, cuando lo has escuchado al completo, el proceso ha terminado y el tatuaje ya forma parte de ti. Es entonces cuando cada vez que tengas un momento duro, lo mirarás y volverás a recordar que, incluso entonces, siempre puede haber alegría en el fondo.

Si queréis saber más sobre ellos, cuándo y dónde serán sus próximos conciertos o escuchar toda su discografía, tienes toda la información en su página de Facebook o en Spotify. Y para que veas cómo son, así fue su setlist para el Picnic Interestelar…


7 /10


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