Con las confirmaciones de hoy el Low apuntala un cartel de gusto exquisito
Vamos a empezar por partes. El actual Low Festival arrancó en 2009 como un intento pequeñito de hacer frente a una oferta de festivales cada vez más maximizada y en la que ya empezaban a aparecer signos de eso que llevamos oyendo más o menos desde entonces y que se ha optado por llamar «burbuja festivalera». Con el tiempo ha ido evolucionando sutilmente, engordando sus carteles, creciendo hasta asentarse como uno de los punteros de la actual parrilla veraniega. La última semana de julio y Benidorm tienen mucho que ver, pero también la alternancia de cabezas de cartel internacionales de perfil británico que atrajeran un público vacacional de tipo FiB con los grupos más en boga del indie patrio. En sus primeras ediciones podemos ver a Editors, a Placebo, a Suede, a Kasabian, a Mando Diao o a Klaxons junto con Vetusta Morla, Iván Ferreiro, Love Of Lesbian o Lori Meyers. Ahora tiene una de las mejores opciones VIP del panorama (con la famosa VIP Pool), unos 25.000 asistentes y un status asentado.
https://vimeo.com/191613058
La «burbuja» presentaba signos de remisión allá por 2013. Sí se había cobrado una gran cantidad de festivales que quizá no nacieron con una buena vocación de perpetuidad, igual que una parte de la esencia fundamental del longevo Festival de Benicàssim (su patrocinador principal histórico, Heineken, se mudó al Primavera) y la valentía de Madrid para organizar un festival. Pero había dejado una escena diversificada con varios grandes festivales asentados. Estaba el Primavera Sound, estaba el Sónar, estaba el SOS 4.8, estaba el BBK, el FiB se mantenía y Madrid al menos había hecho sostenible a su manera el DCode. Y estaba el Low Festival.
En este contexto, el Primavera Sound se lanzó a satisfacer sus necesidades expansionistas, una vez explotado al máximo el recinto del Parc del Fòrum. La sucursal de Porto, que empezó su andadura en 2012 y tiene ya entidad propia (pero esto es otro artículo), había sido el primer paso, igual que la propia ciudad de Barcelona y sus parques y salas, y faltarían el Touring Party y los conatos de fiestas satélites en Madrid (no han progresado pero, oye, nos llevamos a Darkside). ¿Que qué tiene esto que ver con el Low?
En 2013, el Low era Low Cost Festival y sus cabezas de cartel Portishead, Belle & Sebastian y Two Door Cinema Club. Nada raro. Lo organizaba Low Cost Festival S.L. Tras aquella edición la empresa se disolvió por unos problemas con el Ayuntamiento de Benidorm y dos de sus tres directores, con José Manuel Piñeiro a la cabeza, la refundaban en Producciones Baltimore, que renegoció el contrato y la marca, a partir de entonces Low Festival, para conseguir los derechos hasta 2020. El tema salió en los periódicos a raíz de que otra marca, Low Club, se opusiera a su registro.
El caso es que al año siguiente, en 2014, la primera edición del Low Festival como tal contaba con algunos nombres que sorprendían por su relación directísima con el gigante festival barcelonés: DJ Coco, residente en La [2] de Nitsa, miembro del equipo de booking y responsable de la icónica sesión de cierre del Primavera Sound; y Paus, editados por El Segell, su discográfica.
Iba a ir un paso más hacia delante en 2015, cuando el Low programó por primera vez un cabeza de cartel norteamericano, The Drums. También estaban allí Grupo De Expertos Solynieve, editados igualmente por El Segell, y otros grupos que rezuman Primavera, que encajan mucho en la línea editorial de un festival que presume de tenerla (y muy bien definida), como Ocellot o Él Mató A Un Policía Motorizado.
Los Planetas incluso prometieron un EP (que no se llegó a publicar, con los consiguientes conflictos con un Segell que los había fichado para editarles algo más que Dobles Fatigas) a tenor de su participación en la edición del año siguiente , este que acabamos de dejar. Estaban por ahí también The Zephyr Bones, The Suicide Of Western Culture o, de nuevo, DJ Coco. Las relaciones parecen evidentes aunque nunca se hayan explicitado.
Con las confirmaciones de ayer para la edición de 2017, podemos reafirmarlo. Dan forma a un cartel que, de momento, ya vuelve a tener un cabeza norteamericano (los Pixies, que han sido fijos en la consolidación histórica del Primavera Sound), que trae a varios artistas que este año irán también a Barcelona (!!!, Soledad Vélez, Triángulo De Amor Bizarro y Agorazein, los tres últimos individualizados en cierta manera por el PS) y en el que aparece Roosevelt. El alemán ha supuesto una de las revelaciones electrónicas del año y ya demostró de lo que es capaz a mediados de diciembre en la Sala Apolo de Barcelona y en el Moby Dick de Madrid, en una gira que estaba organizada (sorpresa) por el Primavera Sound en su faceta de promotora.
De que hay algún nexo de unión no tengo dudas, pero lo único que pretendo es hacer notar una cierta tendencia, que puede ser fruto de la casualidad o de la enorme competencia del circuito agencias-promotoras-festivales.
Tendencia o no, Primavera o no, el Low va hacia arriba y ya ha conseguido sobrepasar el rasero de la clase media festivalera y situarse en los albores de plantarle cara al BBK o al FiB. A falta de más confirmaciones, a todos los que hemos mencionado se sumarán Franz Ferdinand (probablemente con nuevo disco), Mando Diao, Sidonie, Dorian, Los Punsetes (también con nuevo disco), The New Raemon & McEnroe y Neuman.
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