«Creemos que este será un año de récord para el Polifonik Sound»

Con motivo de su décimo aniversario, entrevistamos a Iván Arana, uno de sus directores


Este 2016 tuvimos la oportunidad de presenciar en primera persona cómo es una edición del Polifonik Sound en Barbastro (Crónica 2016). Sí, también sabíamos que esta no era era la primera edición sino que ya era la novena… pero mejor descubrir algo tarde que nunca, ¿no?

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Aprovechando que este año celebran su décima edición y el anuncio del cartel completo de 2017 (puedes leer nuestra opinión del mismo en nuestro último post), nos pusimos en contacto con el festival para poder entrevistar a uno de sus directores y hacerle algunas preguntas para conocer más profundamente la historia del festival, su presente y su futuro.

El resultado de todo ese proceso queda resumido en que hemos podido hablar con Iván Arana, uno de sus directores y nos ha contado todo esto…

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¿Cómo surgió la idea de organizar y llevar a cabo un festival de este tipo en Barbastro (Huesca)?

La idea surge de un echo trágico: el fallecimiento de Raúl, uno de los socios de la Peña QvoreK. Ello sume a la Asociación en un profundo duelo que busca fórmulas de homenajearlo de la mejor forma posible. Entre otros actos, coincidir con varias bandas noveles de la ciudad de Barbastro nos motiva para plantear un día de conciertos en nuestro local social. La idea, sin ser conscientes para nada, va creciendo y nos vemos obligados a cambiar de escenario por uno más grande que nos pudiera prestar otra Asociación amiga de la ciudad, la Sociedad Mercantil y Artesana. A partir de aquí el festival crece y en su tercera edición nos trasladamos al Recinto Ferial, donde este año celebraremos 10 años. Un homenaje que empezó de la forma más inconsciente del mundo y que ahora alberga a más de 4.000 personas y reúne a 21 bandas.

¿Qué recuerdos tienes de las primeras ediciones?

Las primeras ediciones son una auténtica aventura. No tenemos ni idea de nada pero la ilusión por honrar a Raúl nos mueve e ilusiona. Alguno de los socios tiene contacto con alguna banda y en sus años de instituto habían formado una banda, esto permite que unos sepan un poco más que otros de por donde empezar.

La primera edición, en la pista de invierno de la Sociedad Mercantil y Artesana de Barbastro (SMA) es una prueba de nervios de no saber qué pasará, si vendrá alguien (los conciertos eran gratuitos), si tendrá sentido, si gustará…  y es que los primeros años el festival se celebraba el jueves, viernes y sábado Santo, poco tiene que ver con el formato actual… Era otro horario, queríamos contar con todos y hicimos lo posible para que la gente viniera, nos pudiéramos juntar y participar del evento.

¿Cómo crees que ha influido a Barbastro y a sus habitantes? ¿La reacción e implicación de la gente ha sido positiva?

Como todo, en las ciudades pequeñas cuesta arrancar. Los dos primeros años al ser gratuito quizás era más fácil acertar.  Aún así, no fue fácil porque las fechas de la Semana Santa, con el paso de los años, reconocimos que era un error (como te decía, esto no nació con ningún objetivo económico ni lucrativo, sino que era un homenaje y proyecto de la Asociación). Una vez que bajamos al Recinto Ferial y tenía que haber un control de acceso mediante una entrada, la cosa se hizo más complicada.

Los primeros años costó que la participación de la gente de Barbastro fuera claramente mayoritaria y en alguna edición estuvo a punto de no serlo. Era cuestión de tiempo. En estos momentos, el festival ya forma parte de la filosofía de la ciudad, es un acto representativo de Barbastro y su Comarca. Queremos que todo el mundo se sienta parte de la familia, es un proyecto de ciudad que tiene que ser bandera para los barbastrenses. Ahora mismo el Polifonik Sound consigue albergar a multitud de gente de fuera que llena nuestros hoteles, come en nuestro restaurantes y lo mejor de todo, conoce este territorio tan atractivo turísticamente que se marchan con la idea de volver otro fin de semana y hacer de turistas.

Visto el crecimiento de público que tiene el festival edición tras edición, eso indica que las cosas se están haciendo bien, ¿cuál crees que es el punto fuerte del Polifonik Sound? ¿Y el débil o mejorable?

El crecimiento del festival ha sido progresivo desde la edición 2012. Desde entonces no hemos parado de crecer. Creo que el punto fuerte del festival es su esencia, buscar crear un evento que de sentido a un público que reclama este tipo de festivales. Festivales pequeños donde su movilidad y accesibilidad sea cómoda, donde cuiden su producción hasta el mínimo detalle consiguiendo así un trato cercano y familiar. Polifonik Sound busca ser un festival de calidad que cuide la exclusividad en sus detalles y quien venga encuentre un espacio distinto del resto de festivales. Un festival pequeño que puede ofrecer un marco único y ser reconocible por ese público que apuesta por formatos más pequeños.

Mejorable siempre hay cosas, seguimos aprendiendo y eso no puede dejarse pasar. Todas las ediciones buscamos la opinión de nuestro público y personal para que nos detallen cosas a mejorar que no han funcionado. La opinión de todos es básica y fundamental para nosotros, todos somos Polifonik Sound.

Este año ya se celebra la décima edición ¿esperabais llegar hasta aquí? ¿qué habéis aprendido tras tantos años de trabajo en el proyecto?

Si echamos la vista atrás… la verdad que ni nació con esa intención ni imaginábamos cumplir diez años con la salud que ahora mismo tiene el festival. Son muchos los que comenzaron en esto y que por diferentes razones el festival ha ido dejando atrás o están en otra posición. El Polifonik Sound ha ido subiendo al barco a unos y otros pero por suerte goza de buena salud y lo mejor de todo, consigue seguir creciendo en ilusión de más gente que se siente parte de él.

Hemos aprendido que cuando tienes ilusión por un proyecto eso es lo más importante. En diez años hay momentos para todo pero la ilusión y ganas de sacar algo adelante es la esencia de todo. Además, sumar y sumar a más gente es fundamental para ser mejores, tener otros puntos de vista y conseguir esa savia nueva que renueve la ilusión de todos.

¿Tenéis algún festival como “referente” que os sirva de orientación o improvisáis según van surgiendo las cosas?

Hemos estado en muchos festivales y con el paso de los años hemos hecho muchos amigos. Referente son todos, cada uno te enseña cosas. Somos de fijarnos en los pequeños detalles que tanto festivales grandes o pequeños hacen y que o no se nos había ocurrido o directamente no sabíamos como hacer.

Son muchos los festivales que nos han ayudado y ayudan con infinidad de cosas que nombrarlos ahora mismo a todos creo que sería demasiado arriesgado sin dejarme alguien.

¿Cómo se confecciona el cartel de un festival? ¿Cómo describirías que es el “estilo musical” del Polifonik?

El cartel de un festival cuenta con muchas líneas de trabajo que se van ajustando poco a poco. En muchas ocasiones no sabes muy bien como quedará o que línea tendrá. Intentamos comenzar con aquellos cabezas de cartel que están ese año de gira o que creemos que encajan en el perfil de la nueva edición. Una vez aquí… pues hay que hablar mucho, negociar y sobretodo escuchar muchas propuestas que se nos van presentando.

El estilo musical creo que es el estilo Polifonik Sound. Bandas reconocidas, otras que ya gozan de gran número de seguidores pero que están en un segundo escalón todavía, bandas noveles que merecen una oportunidad y por último la apuesta por las bandas aragonesas. Si además de todo esto conseguimos que, como las últimas 6 ediciones, tengamos presencia internacional, mejor.

Durante la pasada edición, en conciertos como el de Izal, pudimos experimentar en primera persona cómo la feria de Barbastro casi se llenó totalmente por jóvenes, ¿cuál crees que es el papel de los jóvenes en el mundo de los conciertos y los festivales?

Los jóvenes son los que tienen que hacer de futura cantera de sus hijos y amigos. El festival intenta cuidar mucho a este público sin dejar de lado al público más adulto. Queremos que el Polifonik Sound sea un festival para un abanico lo más amplio posible de edad. Casi todos los años el cartel cuenta con bandas de reconocido recorrido que acercan a Barbastro a público de mediana edad, un público que también tiene mucha presencia. Este hecho es muy significativo y nos permite presumir de buena salud. El Polifonik Sound es un festival para todos y buscar crear cantera con los más jóvenes y consolidar y hacer disfrutar a los más adultos con la esencia del directo.

Hace unos meses se trató y debatió en diversos blogs si había una “burbuja de los festivales” en España, ¿existe realmente?

Puede ser, no digo que no. Nosotros hemos tenido muy claro desde el primer momento que si un festival no es sostenible no tiene sentido. Sostenible porque soporte el presupuesto no sólo el apoyo de las instituciones públicas, sino que la empresa privada complemente el coste presupuestario. A partir de aquí, hay una parte básica y muy importante que creo que es la gran culpable de esa burbuja… que el público responda, que la recaudación de las entradas sea una parte importante y justificada del presupuesto. La base es que un gran cartel, con un gran presupuesto lo sujete el volumen de público que ahí acude y genera riqueza al territorio, si todo esto no se cumple, el festival no tiene futuro y los riesgos económicos que arrastra son los que son…

En nuestras crónicas siempre damos nuestra visión de lo que vivimos como asistentes al festival pero, ¿cómo se vive el Polifonik desde tu posición? ¿Puedes escaparte algún momento para ver algún grupo o canción?

Intentamos que sí. Como te decía, cada vez es mayor la familia de producción y por suerte hemos ido creciendo porque hemos aprendido a delegar y contar con personal que tienen su propio equipo de trabajo según departamento. No son muchos los conciertos que podemos disfrutar como nos gustaría… pero sí que son más de los que podíamos hace unos años.

El festival siempre se vive con una mezcla de nervios e ilusión por que todo salga bien después de un año de trabajo. Poco a poco vamos conociendo mejor la dinámica y las limitaciones reales a las que hacemos frente. Esto nos ha permitido medir mejor nuestros recursos y estar convencidos de que lo que ofrezcamos sea aquello que podemos cumplir y ofrecer la mejor calidad.

Centrándonos en aspecto más subjetivos, ¿cuál ha sido el mejor directo que ha visto uno de los directores del Polifonik en el propio festival?

Pues la verdad que han sido muchos… quedarme con alguno sería difícil pero haciendo memoria y recordando la pasada edición, L.A o Delorentos fueron alguna de las bandas de las que pude disfrutar y que felicité personalmente.

¿Cuál es el grupo favorito de Iván Arana que haya tocado en el festival?

Grupo favorito… bueno, ahora mismo haciendo memoria y porque ya no existen como banda querría recordar a Standstill. Una de las bandas que recuerdo con más cariño en los diez años de festival y que tenerlos en directo fue un auténtico lujo.

Ya conocemos el cartel completo de la décima edición, ¿qué expectativas tenéis en él? ¿Cuáles son tus conciertos imperdibles o cuáles tienes más ganas de ver?

El cartel ya está aquí y creemos que será un año de récord. Esperamos contar con mayor aforo y así poder reunir a las 2.000 personas por día que, como decía antes, conseguirían dotar al festival de un evento accesible, cómodo y cuidar la calidad. La línea de ventas eso nos indican…

Me apetece mucho poder disfrutar de Mikel Erentxun en un marco tan exclusivo como el de la bodega El Grillo y la Luna. Creo que este año hemos vuelvo apostar por ofrecer algo distinto y cuidado a nuestro público. Algo que nos diferencie y ponga en valor nuestro festival.

¿Algún avance exclusivo relacionado con el festival que se pueda contar a los lectores de Bandalismo?

Estamos trabajando en varias líneas complementarias que esperamos poder anunciar próximamente. Ahora mismo y como entenderéis, no hay nada cerrado por lo que sería precipitado anunciar nada. Espero poder contar novedades muy pronto.

Los abonos los puedes adquirir desde este enlace:

  • Abono dos días: 25 € (+ gastos)
  • Abono VIP: 35 € (+ gastos)

Si todavía no has vivido una edición del Polifonik, ¿por qué no ir en su décimo aniversario? Y si ya has estado alguna vez, tan sólo te podemos que sí, que ya sabemos que vas a repetir…

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